El caso de Lucas se conoció el martes, cuando apareció en las noticias. El adolescente de 15 años entró a un bar del barrio porteño de Las Cañitas y le robó a una clienta. El encargado del local lo vio, lo redujo y lo entregó a la Policía. Cuando el chico empezó a llorar, le ofreció trabajo.
“Justo cuando (el ladrón) empezaba a correr, me le tiré encima. Me pedía que lo dejara ir, que no tenía qué darle de comer a su familia. Le respondí que acá le dábamos de comer todos los días, que lo hubiera pensado antes”, contó ese día Martín, el encargado.
Cuando la Policía arribó al lugar, supo la edad del delincuente. “La barista me dijo: ‘Tiene 15 años’. Ahí medio que me quebré y pensé que algo tenía que hacer. Lo miré y le dije ‘che, loco, acá tenés laburo, si querés’”, contó Martín, y describió la reacción del adolescente: “Me dio la mano por atrás de las esposas y lagrimeaba. No sé si volverá cuando salga de la comisaría, pero acá tiene trabajo”.
Hoy Lucas se presentó en el local para empezar a trabajar y se emocionó hasta las lágrimas. Ante las cámaras de IP Noticias, contó que va a ser papá y que no quiere repetir la historia de su familia.
"Yo no quiero que mi familia sea como la que tuve, no tuve mucho cariño", dijo Lucas, y aseguró que "se puede cambiar". Mientras que Martín destacó: “Estos pibes necesitan contención".